"Estoy preocupado y ocupándome todos los dÃas de ver qué novedades hay y apoyar a la Justicia", afirmó Mauricio Macri este martes, en un breve diálogo con los periodistas acreditados en la Casa Rosada, que la oficina de prensa de la Presidencia, se encargó de difundir.
La frase del presidente no es casual y refleja el clima en el Gobierno con el caso, que como anticipó LPO ya se constituyó en una crisis polÃtica. A tal punto que los equipos de la Jefatura de Gabinete empezaron a medir tanto el impacto del caso en la percepción de la gente sobre el Gobierno, como la lectura que está haciendo la sociedad de las masivas movilizaciones del viernes pasado y los posteriores incidentes.
"Hay que ser muy prudentes. Nosotros no prejuzgamos y permitimos que el juez avance como corresponde, con absoluta libertad", agregó Macri y destacó que el Gobierno está "al servicio de la Justicia, sin prejuzgar, no descartando ninguna lÃnea y colaborando como corresponde en un Estado democrático".
La explÃcita mención del Presidente sobre la decisión de su Gobierno de "no desacartar ninguna hipótesis", parece ahondar el sutil giro que inició el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el miércoles pasado al hablar ante los Diputados, cuando fue mucho menos enfático que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en su cerrada defensa de la GendarmerÃa.
Macri pidió además mantener una "posición de prudencia porque eso es lo que hay que manifestar en esta etapa de la Argentina" y "alejarnos de cualquier manifestación prejuiciosa o violenta", en lo que apreció una referencia a los incidentes o los atentados de los grupos mapuches radicalizados.
Luego de las masivas movilizaciones del viernes pasado en todo el paÃs, el tema impactó fuerte en el Gobierno, que empezó a alejarse de las teorÃas más alocadas que consideran que el caso es polÃticamente bueno para Cambiemos porque ahonda la grieta y galvaniza su voto duro.
Lejos de esos disparates, la primera lÃnea del Gobierno comenzó a mirar cada vez con más recelo a la ministra Bullrich, que viene sumando una serie de graves pasos en falso, aunque por ahora el libreto oficial es ratificar su continuidad, como hizo Marcos Peña este martes.
La situación incluso se agravó este lunes cuando se confirmó que la sangre y los restos de ADN que se encontraron en el puestero que resistió a cuchillazos un ataque de supuestos militantes mapuches, no era de Santiago. Esa hipótesis era una de las últimas agitadas para deslizar la culpa hacia la vÃctima y alejar la posibilidad de que su desaparición haya sido provocada por efectivos de GendarmerÃa.
Tan evidente es el creciente impacto del caso Maldonado, quien se encuentra desaparecido desde el 1 de agosto, que Macri tuvo que referirse al caso dos veces en menos de 24 horas.
El lunes por la noche lo hizo en declaraciones difundidas por el canal América TV. Hasta ese momento, el presidente habÃa hablado sobre el caso solamente una vez, diez dÃas después de la desaparición de Santiago, hace casi un mes.
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Dejen de dar lastima dense cuenta que nadie los quiere en esta pagina y los argentinos votamos y votaremos a Macri y Cambiemos por muchos años mas
Este caso no es mas que un intento de golpe de los K que lo tienen escondido
Los sectores de la sociedad que comprenden la gravedad del problema, deben insistir ante nuestras autoridades para que actúen con la máxima determinación en cortar de cuajo este conato sedicioso. Si los "mapuches son extranjeros, deben ser inmediatamente expulsados del país, y si son connacionales, deben ser juzgados por traición a la patria. Si estos grupos coordinan acciones con otros grupos terroristas financiados por los intereses ya mencionados, debemos temer una escalada de violencia y hasta eventuales y lamentables atentados. Una vez generado el conflicto, y tomado estado formal ante los organismos internacionales el ánimo reivindicador de territorios, se abre un espectro de temibles posibilidades.